Belchite es un pequeño pueblo ubicado en la provincia de Zaragoza, España. Más allá de su extraordinaria historia, son muchas las leyendas de fantasmas que rondan el lugar. De hecho, se dice que el viejo Belchite es uno de los lugares más embrujados de España.
El Pueblo Viejo de Belchite tuvo y mantiene un halo especial, en el que historia y misterio se funden. Como si de una cápsula del tiempo se tratara, las ruinas de la Villa histórica trasladan al visitante a otra época y le hacen vivir una experiencia única, porque cada rincón es fuente de emociones y fenómenos extraños.
¿Os gustaría conocerlo?
EL AUTOR: ANTONIO CENIZA
©CENIZA777
Situándonos en Zaragoza por la carretera N-232 y tomando el desvío antes de llegar a Fuentes del Ebro por la carretera A-222, llegaremos sin perdernos hasta el pueblo abandonado de Belchite, rodeado de misterios y de algunos dichos curiosos. El acceso al mismo está controlado y ya no se puede entrar por la puerta principal, sino que, si deseamos echar un vistazo, debemos hacerlo por la parte trasera del pueblo, justo por donde se encuentra la iglesia de San Agustín.
El 18 de junio de 1809, en Belchite se enfrentaron las tropas españolas, capitaneadas por el general Blake, y el ejército francés, con el primero y el segundo regimientos de infantería de la Legión de la Vistula, del que estaban al mando los generales Fuchet, Musnier, Arizpe y Habert.
La batalla evolucionaba favorablemente para Blake cuando, al estallar unas granadas, cundió el pánico y todos se dispersaron. A partir de entonces y hasta el final de la contienda, los franceses permanecerían en la localidad y, para rememorar aquella famosa batalla, Napoleón hizo grabar el nombre de Belchite en el arco del Triunfo de París.
El 4 de marzo de 1838, las tropas capitaneadas por Juan Cabañero y Esponera llegaron a Belchite. Por la noche tomaron el pueblo los partidarios carlistas, que al día siguiente fueron expulsados de la localidad tras un fuerte enfrentamiento con los lugareños y seguidamente partieron hacia Zaragoza. El regente del reino, don Baldomero Espartero, promulgó una ley el 2 de septiembre de 1841 que motivó que todas las fincas del clero le fueran sustraídas. A Belchite le expropiaron cuatro fincas, que se adjudicó en subasta por la cantidad de 1.970 reales de vellón, el vecino Joaquín Riverés.
Violencia en la Guerra Civil:
Los militares de Zaragoza se alzaron contra la Segunda República en julio de 1936, mientras el resto de Aragón se puso del lado del gobierno debidamente legítimo. Esto hizo que dicha comunidad se convirtiera en el escenario de algunos de los episodios más violentos de la Guerra Civil. Uno de ellos fue la toma del pueblo de Belchite en 1937. Su posterior asedio duró desde el 24 de agosto de 1937 hasta el 6 de septiembre del mismo año. Este hecho provocó que, al término de la contienda, el general Franco visitase la población en varias ocasiones y, en una de ellas, concediera a Belchite la distinción de heroica, además de la laureada de San Fernando, por el heroísmo mostrado en la batalla. Estos títulos se añadieron a los de leal y noble, que le había otorgado el rey Alfonso I el Batallador. De esta manera, quedó completo el blasón de la villa, como leal, noble y heroica.
Como el pueblo había quedado parcialmente destruido, Franco ofreció a los habitantes la posibilidad de reconstruirlo. Entre 1940 y 1945 un destacamento penal de presos políticos comenzó a construir la afamada promesa del general: «Yo os juro que sobre estas ruinas de Belchite se edificará una ciudad hermosa y amplia como homenaje a su heroísmo sin par».
Esta inscripción estaba grabada con letras doradas en dos placas de mármol blanco que se hallaban en el centro de la plaza del Ayuntamiento del nuevo pueblo, en una columna que se trasladó desde la antigua iglesia de San Martín. No hace muchos años fueron retiradas por unos desconocidos.
Hasta 1946, aproximadamente, no se trasladaron al pueblo los primeros vecinos y, cómo no, es de suponer que los primeros en ocupar esas viviendas fueron los más cercanos al nuevo régimen. La inauguración oficial se produjo el 13 de octubre de 1954 y fue presidida por el general Franco, aunque hasta principios de los años sesenta no se concluyó el traslado de todos los belchitanos, algo que se prometió gratis en un primer momento pero que, al cabo de las décadas, no fue así; quien quiso casa tuvo que comprarla, ya que hasta ese momento pagaban un alquiler.
Con el abandono del casco viejo, Natalio Baquero, un antiguo vecino que, como otros tantos, acabó emigrando a Cataluña, dejó escrita la siguiente frase en una de las puertas de la antigua iglesia de San Martín de Tours: «Pueblo viejo de Belchite, ya no te rondan zagales, ya no se oirán las notas que cantaban nuestros padres», pintada que firmó como «N.B.».
Belchite el pueblo fantasma
Belchite no fue reconstruido y hoy conviven el pueblo nuevo y el viejo, en un impresionante testimonio de la violencia de los hombres para con su historia. La guerra civil española se pierde entre los muros del pueblo abandonado, desgarrados por las balas y los obuses, para trascender hasta convertirse en un símbolo intemporal de los anhelos de paz.Para muchos investigadores de lo paranormal, el viejo Belchite, es el lugar perfecto para realizar psicofonías.
Hoy, existe un Belchite subterráneo, ya que durante la guerra, la gente comunicó con túneles las bodegas de las casas para esconderse y poder comunicarse sin riesgo. Bajo tierra, podría haber documentos y objetos de valor histórico sobre el pueblo, la guerra y la vida cotidiana durante el conflicto. Los que han atravesado sus calles polvorientas lo han sentido, es como si el tiempo se hubiese detenido. Esperas que en cualquier momento unos niños salgan corriendo de uno de los caserones destruidos, y es que aun se siente vida en el pueblo.
Sin duda, es el pueblo abandonado, maldito, fantasma… como queramos llamarlo, más visitado de España, pues sus ruinas son visitadas todos los años por más de diez mil personas. Algunas como homenaje o recuerdo de lo que sucedió allí, otras como simple visita turística y otras muchas, atraídas por las leyendas que cuenta que las almas de los que allí murieron, todavía caminan por sus calles.
Las leyendas de Belchite:
Desde su total abandono en la década de los 60 y dado su pasado doloroso y sangriento, junto con el perfil fantasmal de edificios semiderruidos. Belchite viejo ha sido un centro de peregrinación para investigadores de lo paranormal de todo el mundo. Las ruinas de los conventos de San Rafael y San Agustín, la inquietante torre del reloj, el viejo cementerio, la iglesia de San Martín… cualquier rincón de este pueblo es un lugar idóneo para pasar una noche con una grabadora y un termo de café.
Y los resultados de estos investigadores no tardaron en producirse. Decenas de psicofonías, grabaciones en las que se escuchan los ecos de la guerra como si aquellos terribles días de 1937 hubiesen quedado impregnados en todas y cada una de las piedras del lugar. Aviones, bombas, disparos… lamentos. Con el paso de los años las leyendas fueron aumentando, en gran parte gracias a estas psicofonías.
Presencias misteriosas que caminan por las solitarias calles, sombras que parecen desaparecer en el interior de las casas al paso de los visitantes, fotografías en las que aparecen figuras entre las ruinas, manos que arañan las tiendas de campaña de jóvenes que pasan allí la noche como gesto de hombría, campanas que hace años que desaparecieron y que vuelven a repicar en las noches más oscuras, un niño juguetón que suele asomarse en lo más alto del campanario… quizás sea él quien toca las campanas. Voces que hielan la sangre a los visitantes recomendándoles que se marchen de allí.
Estas son algunas de las muchas historias que se cuentan sobre Belchite, muchas serán ciertas, otras falsas, cada uno es libre de tener su propia opinión, pero de lo que no tengo duda es que todos los que por sus calles han caminado o caminarán, tendrán la misma sensación inquietante de que allí quedó algo atrapado y que de algún modo etéreo, todavía se puede sentir.
Desde que finalizó el conflicto comenzaron a surgir toda clase de historias de fantasmas. Más de 10.000 turistas visitan las ruinas de Belchite en la búsqueda de hacer contacto con el mundo sobrenatural. Las personas que deciden pernoctar en el lugar aseguran captar con sus grabadoras de sonido y cámaras los llantos y lamentos de personas que no se pueden observar. De hecho, al parecer en una de las psicofonías se logra escuchar el ambiente de un auténtico campo de batalla.
Al parecer uno de los fantasmas más activos del lugar es el de un niño que a media noche hace sonar las campanas de lo que queda de la Iglesia. Lo sorprendente es que desde hace muchos años no hay campanas en el lugar. Cuando las personas tratan de buscar una explicación casi siempre pueden observar la figura de un travieso niño que desaparece como por arte de magia a los pocos segundos.
El viejo cementerio, la Torre del Reloj o las ruinas de los Conventos de San Agustín y San Rafael, son algunos de los lugares en los cuales se reporta más actividad paranormal. Gritos, sombras, disparos, lamentos y a veces apariciones de personas que se esfuman ante la mirada incrédula de los visitantes, son tan solo algunas de las tantas historias fantasmales que caracterizan este misterioso pueblo.
Todo indica que esas almas atormentadas y esos lamentos espeluznantes aún permanecen atrapados en sus ruinas. Allí se han conseguido grabar psicofonías realmente terroríficas. Éstas son estremecedoras, recreando la guerra o mejor dicho como si la guerra aún continuase para ellos, una guerra sin fin, una guerra que aún hoy podemos escuchar en ellas.En ellas aún se escucha el dolor, se siente la desesperación… Rumores aseguran haber notado extrañas presencias. Otras leyendas de la época dicen haber visto formas fantasmales vagando por el pueblo.
Pero, cómo ya hemos dicho, la mayor muestro de la maldición de Belchite son la gran cantidad de psicofonías conseguidas allí: desde voces humanas que gritan, súplicas de ayuda o de piedad o, incluso, un avión dejando soltar una bomba y el estruendo de la misma.Pero entre todas las leyendas que existen del pueblo de Belchite, hay una que es extremadamente terrorífica:Se cuenta que un grupo de parapsicólogos había ido a Belchite a investigar e intentar grabar algo realmente esclarecedor.
Después de pasear por el pueblo buscando sitios inquietantes dónde empezar a grabar, se decidieron por la iglesia ya que ésta había sido la prisión improvisada de los soldados cogidos del otro bando. Entraron y antes de empezar las grabaciones oyeron una voz masculina que, con un fuerte acento baturro, decía “Sacadme de aquí…Sacadme de aquí…¡¡SACADME DE AQUÍ!! Emocionados, todo el grupo empezó a enchufar las grabadoras y a tomar notas, haciendo caso omiso de lo que la voz les decía. Fue en ese preciso instante cuando la misma voz, con un tono enojado e impaciente, empezó a gritarles que se fueran. «¡¡Largo de aquí!! ¡¡LARGO!!»Alarmados, todos abandonaron la iglesia. Un trozo de techo se desplomó, justo encima del lugar donde habían estado grabando…
NOTA DEL AUTOR: TODAS LAS FOTOGRAFÍAS DE ESTE ARTÍCULO SON PROPIEDAD Y AUTORÍA DE LOBO BLANCO CEDIDAS PARA ESTE POST, AL CUAL SERVIDOR LE ESTÁ ETERNAMENTE AGRADECIDO.
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